Somos unos copiotas, todos.
Descubre el fenómeno de la psicología de la imitación y sácale partido.
En la newsletter de hoy te contaré un poco sobre la psicología de la imitación y cómo podemos sacarle partido.
Pero antes…
Necesito tu ayuda.
Cómo sabes las últimas newsletters eran sobre casos de éxito de grandes compañías como Netflix o Starbucks.
Desde luego funcionan bien y a la gente les gusta.
Pero quiero probar una cosa. Y quiero saber tu opinión.
He tenido una idea.
¿Por qué no conocer historias más reales, más cercanas y con suerte contadas por los mismos protagonistas?
¿Por qué no entrevisto a fundadores de empresas o startups?
Creo que las historias que nos cuenten estos fundadores o directivos estarán más cerca de nuestro día a día que el caso de éxito de Nike, por poner un ejemplo.
Hago una pequeña encuesta para saber tu opinión.
No te voy a engañar ya he cerrado alguna entrevista con importantes fundadores de empresas españolas. Espera que la encuesta no salga en contra. 🙃
Una vez comentado este tema, procedo a contaros otra idea que he tenido.
El último domingo comenté que quiero compartir todos mis conocimientos sobre crear newsletters. Ese conocimiento que me ha costado 2 años aprender, pero que sin él no seríamos 5000 personas por aquí, ni facturaría 600€/mes con esta newsletter.
Pero no quiero grabar un curso y que lo compréis, esa idea me aburre.
Quiero hacerlo distinto. Quiero crear comunidad de newsletteros.
Quiero ayudar a 20 personas a conseguir lo que yo he conseguido.
20 personas que quieran ganar dinero con su newsletter.
De momento, ya hay 32 personas apuntadas, adjunto captura:
Pero aún puedes apuntarte, aquí.
Todas las personas que dejen su email recibirán mañana a las 8:00 un correo con toda la información sobre la formación y sobre cómo apuntarse. Los 20 más rápidos se llevarán la plaza.
Nada más que añadir.
¿Puedo ser más chapas?
Vamos con el caso de hoy.
🧡 ¿Quieres patrocinar Café y Negocios? Toda la información aquí.
La psicología de la imitación
El finde pasado estuve en Edimburgo. No lo digo por fardar, tiene relación con el tema, lo juro, déjame continuar.
El finde pasado llegue a la capital de Escocia, una ciudad desconocida para mí.
Aterrice, me registré en el hotel, tome una ducha rápida y cuando me quise dar cuenta ya me rugía el estomago, era hora de cenar.
Cuando salí a la calle tenía mil lugares, pero yo reduje las opciones porque me apetecía sushi.
Aún así habían 3 en aquella larga calle, elegí el que más lleno estaba, tuve que esperar unos minutos pero lo prefería antes de ir a un restaurante que estuviera vació.
Si eres como la mayoría de la gente, probablemente seguirás una regla muy extendida: buscas un restaurante lleno de gente. Si hay mucha gente comiendo, probablemente sea bueno. Si el local está vacío, lo mejor es seguir andando.
Este es sólo un ejemplo de un fenómeno mucho más amplio. La gente suele imitar a quienes la rodean. Visten con el mismo estilo que sus amigos, eligen los platos preferidos por otros comensales o por los influencers de turno. Es más probable que la gente deje de fumar si sus amigos dejan de fumar y que engorden si sus amigos son obesos.
Ya se trate de decisiones triviales, como qué marca de café comprar, o de decisiones importantes, como pagar los impuestos, la gente tiende a conformarse con lo que hacen los demás y copiarlos. Los programas de televisión utilizan risas enlatadas por esta razón: es más probable que la gente se ría cuando oye reír a los demás.
La gente imita, en parte, porque las decisiones de los demás proporcionan información. Muchas de las decisiones que tomamos a diario son como elegir un restaurante en una ciudad extranjera, aunque con un poco más de información.
¿Cuál es un buen libro para llevar de vacaciones? No sabemos cuál es la respuesta correcta, e incluso si tenemos cierta idea de lo que hay que hacer, no estamos del todo seguros. Si mucha gente parece estar leyendo lo nuevo de Houellebecq, lo compramos para nuestras próximas vacaciones.
Así que, para resolver nuestra incertidumbre, a menudo nos fijamos en lo que hacen los demás y lo seguimos. Suponemos que si los demás hacen algo, debe de ser una buena idea. Probablemente saben algo que nosotros ignoramos.
Los psicólogos llaman a esta idea "prueba social". Por eso los artistas callejeros dejan un puñado de monedas y quizás algún billete en el tarro de las propinas antes de empezar a tocar. Si el tarro está vacío, los clientes pueden suponer que los demás no dan propina y deciden no hacerlo ellos tampoco. Pero si el tarro de propinas está lleno de dinero, asumen que todo el mundo debe estar dando propina y, por tanto, ellos también deberían hacerlo.
Espero que te haya gustado la lectura.
Siento que debías conocer este fenómeno.
¡Feliz domingo! ☕️🧡
PD: Sin darme cuenta compartiendo la captura con 32 personas apuntadas para recibir más sobre la formación para aprender a crear newsletters estaba haciendo prueba social. Me di cuenta luego de hacerlo. 😂
Objetivos 2023
(+37) 5090 🟩 🟩 🟩 🟩 🟩 ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ 10.000 suscriptores 😁
(+219) 431€ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ ⬜️ 10.000€ 💰
*Los números en paréntesis son la variación respecto al último domingo.
Interesante, muchas gracias por compartirlo. Extrañamente en mi vida siempre me ha gustado como hacer cosas que sean contrarias a lo que todo el mundo hace. No se por que, nunca me ha gustado seguir a las masas, aunque claro, es imposible llevar la contraria siempre en todo.
jajaj social proof total, me apunté!